Este jueves, el pintoresco pueblo de San Francisco de Yare en Miranda se transformó en un tapiz resplandeciente de creencia y legado, con la celebración del Corpus Christi, con la participación de los 1.800 promeseros de la Cofradía de los Diablos Danzantes de Yare.
La jornada, marcada por el fervor religioso y la expresión cultural, atrajo a turistas y devotos del país y del exterior, quienes se congregaron para ser testigos de esta ancestral danza en tributo a Jesús Sacramentado.
El día inició con un emotivo homenaje a los cofrades fallecidos, cuyos restos reposan en el camposanto municipal, un gesto que subraya la profunda conexión generacional de esta manifestación. Posteriormente, la eucaristía oficiada por el obispo Freddy Jesús Fuenmayor, resonó con un mensaje de esperanza y fe en su homilía.
El obispo Fuenmayor resaltó la victoria del bien sobre el mal a través del Santísimo Sacramento, enfatizando que el Corpus Christi es la fiesta central de los cristianos y que la danza de los diablos simboliza la rendición del mal ante el bien, haciendo un llamado a que el «Santísimo sea el rey de las vidas de la comunidad».
Citó que la presencia de Jesús en la eucaristía es el pilar de esta festividad, donde la danza ancestral de los Diablos Danzantes se rinde ante Él, como un «verdadero matrimonio de la fe cristiana» de un pueblo que se mantiene firme en la creencia de la presencia de Cristo resucitado.
El gobernador Elio Serrano Carpio acentuó la importancia de esta manifestación como patrimonio cultural y expresión de la religiosidad mirandina. «Hoy es un día muy especial para Yare y para todo el estado Miranda. Aquí se hace presente gente de todas las regiones del país para acompañar al Santísimo Sacramento y a los Diablos Danzantes de Yare», expresó.
Mencionó el invaluable trabajo de los artesanos y más de 30 orfebres de distintos municipios mirandinos, quienes con su arte y dedicación mantienen viva la tradición de la elaboración de las máscaras y atuendos, elementos esenciales de los Diablos Danzantes.