"Convendría que los políticos recordaran

que tienen que vivir más tiempo

con su conciencia que con sus electores"

Melvin Raid

El próximo domingo, no es de resurrección para María Corina y su combo y mucho menos para que sueñen despiertos, porque no la tienen fácil conseguir apoyo para salir a la calle a lanzar sus acostumbrados gritos histéricos, tratando de convencer a los venezolanos, que la solución la cargan en la mano, como sus propios celulares. Sus apoyos inmediaticos y mediáticos a través del protagonista principal del circo –Donald Trump– haciendo el papel de malo, como copiado de los desaparecidos culebrones de la televisión venezolana, ha terminado de espantar a los pocos creyentes de sus argumentos apoyados en la grave situación económica del cual ellos, tiene un alto grado de responsabilidad.

Ante esta nueva oportunidad de expresarse libremente, que se les presenta a todos los venezolanos, aparecen las mermadas fuerzas del oscurantismo pujando parar impedir un proceso limpio y democrático, el cual va servir para enterrarlos definitivamente, después de lo que pasó el 28 de julio del 2024, cuando quisieron asaltar el poder, como hizo su guía, Donald Trump, al ser derrotado por Joe Biden. De María Corina, no se puede esperar absolutamente nada bueno para la patria, desde el mismo momento que se expresó, como una gringa fiel invasora, totalmente frustrada al no conseguir el camino expedito para asaltar a Miraflores.

Los intentos no cesan, desde el mismo momento de llegar el comandante Chávez al poder. Ahora, cuando la credibilidad la cargan por el suelo y cada momento la pisan, hasta terminar más enredados, que un embustero defendiéndose en un tribunal, es la oportunidad de pasarles la factura, aunque no reconozca las faltas, porque el servil, siempre se basa en excusas para justificar todas sus metidas de pata. A nadie les puede sorprender la actitud asumida al oponerse a las elecciones del próximo domingo 25, ya que, al sacar las cuentas se encuentran, que no cuentan con los números suficientes para optar a las gobernaciones a la asamblea nacional y regionales.

El silencio totalmente pensado por parte de los principales protagonistas de la oposición venezolana, es parte del plan para tratar de producir algún intento desesperado, como si el gobierno y los verdaderos patriotas están viviendo y viendo el proceso venezolano, cómodamente sentados en la sala de su vivienda degustando un rico manjar con el televisor encendido con la aplicación "Netflix" abierta en una de las tantas películas trasmitidas, como pasatiempo. El equivocado, cuando no tiene la razón, busca justificar sus penas y en política cada paso, es como si estuvieran caminando en tierras movedizas, porque cualquier movimiento en falso los hunde más y las posibilidades de salir se convierten en verdaderos resbalones para quedar en el mismo hueco.

Lo único que le podemos recordar a la oposición venezolana, es que el abecedario es el mismo y si por sencillo lo desprecian, se la volvemos a repetir. No se vayan a equivocar nuevamente, para después salir con el mismo cuento, cuando el gobierno venezolano ponga a funcionar el estado de derecho, el cual no es otro, que defender a la patria por encima de cualquier intromisión extranjera con sus títeres y marionetas de siempre haciendo las payasadas para después sentirse atropellados y antes cualquier llamado a respetar, empiezan a gritar pidiéndole ayuda al mismo diablo, porque saben, que el gobierno está en el legítimo derecho de poner las barreras para detener a los que piensan en el poder, como si están jugando a la lotería o a las carreras de caballos.

Todo el mundo sabe, como se ha quemado las pestañas el gobierno en la lucha frontal, contra las medidas criminales del gobierno de Trump, y los que no saben o se hacen los desentendidos no van a poder engañar a los que están sufriendo en carne propia el abuso desmedido del aumento del dólar y parece que la tarea del imperialismo y de los manejadores de la moneda estadounidense en nuestro país, es llevarla a los cien bolívares, antes del día de las elecciones para tener un argumento muy rebuscado para justificar la culpabilidad del grave problema económico echándoselo al gobierno. Por eso voy a votar el próximo domingo, para botar de una vez por todas a la culpable de nuestros males: María Corina Machado Parisca, quien se equivocó de profesión, porque se parece más a la mala de la novela, que una persona nacida en Venezuela.