A 20 años de la hazaña de Rujano en el Giro de Italia

"No hay que tener miedo a perder.

De hecho, yo he perdido muchas

más carreras de las que he ganado."

Miguel Indurain

 

En el año 2005, todos los aficionados al ciclismo en Venezuela y más allá de nuestras fronteras, vivimos intensamente el giro de Italia, por una razón muy sencilla, ya que, parecía increíble que un jovencito de apenas 23 años y 1,62 m de estatura: José Rujano, llevado de la mano de un descubridor de talentos en el deporte de las bielas en Venezuela y Colombia, como fue Gianni Savio, se atreviera a desafiar a los verdaderos monstruos de un deporte, el cual en Europa y de manera muy especial en Italia, es como escuchar una misa en la voz del papa en la plaza de San Pedro en el Vaticano.

Han pasado 20 años y en la aplicación de YouTube, pueden ver la impresionante victoria de una etapa inolvidable de este diminuto corredor nacido en Santa Cruz de Mora en Mérida, cuando fue dejando regado en el camino a un pelotón, hasta quedar con solo dos acompañantes: Gilberto Simone y Danilo Di luca, como si eran parte del polvo que se conseguían en una pedazo de la carretera totalmente destapada, muestras de la dureza de una recorrido, el cual fue transitada por estos tres corredores, el cual los llevaba a la estación de esquí, Sestriere al norte de Italia, hasta el preciso momento cuando desplegó las alas como un cóndor, y de ahí el apelativo que lo identifica en el medio ciclístico al cara de niño, José Rujano.

A partir de ese momento se convirtió en el primer venezolano en conseguir un podio, en una de las tres grandes vueltas del mundo –tercer lugar– pero además fue campeón de los premios de montaña y como si fuera poco se trajo el maillot de la regularidad, algo que parece imposible para cualquier ciclista latinoamericano, incluyendo a los colombianos, quienes han levantado los trofeos de campeones en el giro y el tour de Francia, como son Egan Bernal y Nairo Quintana, el cual andan rodando en el giro de este año 2025.

Son 20 años de una proeza inigualable e inolvidable para los practicantes del deporte en nuestro país y especialmente para los del ciclismo; sin apartar a los aficionados, porque nunca dejan de soñar por ver a uno de sus coterráneos en lo más alto del podio y más en un deporte, en el cual hemos tenido grandes representantes, para poner a vibrar corazones de chicos y adultos, con la inquietud del que ve pasar los minutos y espera en la lejanía, que aparezca disputando los puestos de vanguardia, para después formar parte del triunfo o de la derrota, como si está compitiendo.

Después en el año 2009, el fino escalador José Rujano, se presentó en la vuelta a Colombia, para romper con la hegemonía de los dueños del patio, conquistando el primer lugar, después de 50 años, en el cual un venezolano no abrazaba el trofeo de campeón, pero además se convirtió en el tercer extranjero en ganar esa competencia, como hecha para el disfrute y el deleite de los escarabajos colombianos, que parecen desafiar el cielo montados en bicicleta. De esa actuación memorable en la vuelta del vecino país, existe una anécdota muy jocosa, que nos demuestra el cariño y la admiración despertada por Rujano: A un general del ejército de Colombia, le tocó el privilegio de colocarle el jersey de líder y apenas lo vio exclamó, con una sonrisa para terminar de animar el momento ¡Qué será de usted, cuando crezca!



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Narciso Torrealba


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