La oligarquía Colombiana, representada por los 9 partidos de la derecha de ese País y principal beneficiaria del atentado de uno de sus copartidarios y líder del Centro Democrático Miguel Uribe Turbay, demostrando su verdadera catadura antidemocrática y ser defensora a ultranza de las clases dominantes COLOMBIANAS, acaba de montarse sobre el cuerpo del senador que se debate entre la vida y la muerte para justificar un GOLPE DE ESTADO desde el PARLAMENTO a quien de hecho lo hace cesar en sus funciones para desconociendo la autoridad del Presidente Gustavo Petro; interrumpir su gestión de Gobierno y pretender su derrocamiento inconstitucional.
LAS CARTAS están echadas, o Petro convoca al Pueblo irredento, atropellado e invisibilizado por más de 200 años de Gobiernos Liberales y Conservadores a salirle al paso a este puñado de hienas sedientas de poder que dominan el Senado, y ordena al pueblo llano a salir y tomar irremediablemente las calles de Bogotá y de todo su amplio territorio; o se deja tumbar por quienes representan los intereses de la opulencia más rancia de ese Pueblo que aún se inspira en los principios Neogranadinos que rendían pleistecia a los invasores de España .
Petro deberá enfrentar a esa minoría de sediciosos y decidir sin vacilación, con coraje y valentía para hacer valer el voto del pueblo que lo eligió para Gobernar en Paz.
Esa clase Santanderiana que desprecia y odia el ideario de Simón Bolívar porque no solo los libero del yugo Español sino que quiso que fuese el propio pueblo el que tomara las riendas de su destino y eligiera a sus representantes del seno de quien lucho por su independencia, hoy día sigue oponiéndose al derecho que tiene ese pueblo despreciado y explotado por siglos para sigan gobernando a través de sus líderes esa oligarquía que surgió de los gamonales poderosos de la Colombia sacrificada.
Petro no puede ni debe vacilar, está acción desesperada y suicida del Senado Colombiano es una prueba irrefutable de que la oposición de derecha se ese País no es demócrata ni está dispuesta a respetar la constitución y la Ley.
La sociedad conservadora colombiana se apropió del Senado y pretende desde ese altar de la ignominia ejercer un poder carente de legitimidad y legalidad, por tanto su declaratoria es irrita y nula de nulidad absoluta que probablemente no será declarada así por la Corte Suprema de Justicia porque también controlan sus huestes.
Petro no puede ni debe ser sumiso ante tan ignomioso acto parlamentario y verse en el espejo de lo que trataron fallidamente los partidos de derecha y opositores en Venezuela, cuando en el 2015 con mayoría en la Asamblea Nacional y en representacion de la clase dominante del pasado, amenazaron que en seis (6) Nicolás Maduro debería entregar la Presidencia de l República.
Petro no debe ni puede entregae el bastón de mando a esa putrefacta e indecente clase que representan sin rubor ni disimulo al paramilitarismo y el narcotráfico como principal producto de exportación criminal al Mundo, que terminó convirtiendo a Colombia en el Paraíso de la legitimación de capitales y el reinado de las mafias criminales.
Las cartas están echadas, Petro debe aprovechar está aventura de la clase dominante del pasado que pretende derrocarlo, y tomar la espada de Bolivar para traer al Pueblo al Palacio de Nariño y allí gobernar con el, para el y por siempre para el Pueblo como lo decreto el glorioso pueblo colombiano cuando lo eligió como su Presidente.
No hay alternativa que valga, la paz no se decreta se conquista peleando y la pelea está en entregarle el poder al pueblo de una buena vez para sea el mismo quien gobierne mandando .
