Marco Rubio, senador republicano y figura obsesionada con Venezuela, habría cruzado una línea peligrosa: intentar sabotear las negociaciones entre la Casa Blanca y el gobierno de Nicolás Maduro.
La denuncia no vino de cualquiera, sino de un patriota infiltrado en Washington que escribió a Diosdado Cabello alertando sobre un plan encubierto.
