Ayer, era frecuente estar en un debate donde se ofrecían puntos de vista sobre el papel de los intelectuales en la sociedad. Importantes científicos vinculados con la sociología y la filosofía trabajaron el tema y en obras dejaron una muy clara visión sobre este papel.
Si yo comparo la carga «opinática» y la producción intelectual (libros, remitidos y declaraciones, discurso en el antiguo congreso) de la izquierda de ayer con la presencia de estos intelectuales de hoy, uno se espanta.
Ayer era todo un alboroto. Un pasaje estudiantil, colocaba a las universidades en situación de alerta. El hambre y la miseria era un fogón que siempre estaba ardiendo y el la carreterita de Chuspa (por ejemplo) chupó mucha tienta en todos los medio de comunicación..
Hoy, tengo la impresión (falsa) que estos problemas se nos fueron. Es solo una impresión. Lo real es que la izquierda la apagaron. Ahora luce muy deprimida y tímida. Probablemente quedé todavía un pequeño tizón con débil «humito» pero sin candela.
No tengo dudas, que una parte (muchos) de los intelectuales venezolanos de izquierda, que ayer todo lo molestaba, están hoy viviendo en un estado de pobreza crítica. Nunca ha sido bueno generalizar, pero esto luce tan evidente, que está generalización no me incomoda.
Los que ayer fueron de izquierda, según lo que veo, están hoy en pobreza crítica. No es que les esté faltando una reina pepeada. No es este el tipo de pobreza que viven. Tal vez sus estómagos se han habituados a las exquisiteces y a las cosas finas de la vida, producto de una penosa metamorfosis.
Era imposible separar o quitarle a la izquierda ese derecho de pelear por el salario y el salario justo. Hoy esa izquierda de ayer, que peleó tanto por el salario, mira al cielo con lentes de marcas. No olvido, los comentarios burlones que muchos de la izquierda de ayer, hicieron contra Teodoro por la venta de las prestaciones. Hoy en este particular tema, la situación no es mejor y esa izquierda está en su franca metamorfosis.
¿Acabaron con la izquierda?