Heck, cursi, cursi, cursi, cursi…, ahora va a escribir una telenovela mejor que la de Simonovis…, vean esto, para chutarse!,…

El tipo había desaparecido, a Dios gracias, andaba sólo de parranda. Y nunca me equivoqué cuando dije que era de esos extranjeros plagados de prejuicios racistas contra lo nuestro, con los manierismos cursis y criminales de los colonialistas, que todavía buscan los modos de mantenernos eternamente sometidos. Ya lo he dicho más de mil veces, todo gringo-canadiense en nuestros países, es un agente de la CIA en potencia. El tal Heck echaba mocos en todo instante, para que nos invadieran, nos bloquearan y sancionaran. Supongo que Veroes se sentirá feliz al saber que no estaba muerto, sino engullendo de lo lindo a cuatro carrillos para luego producir los mojones que ahora nos lanza.

Y para dorar la píldora, cual un Leopoldo López, cual un Antonio Ledezma, Carlos Ortega, Juan Guaidó o Simonovis, sale diciendo "ME ESCAPÉ DE VENEZUELA". Y añade este cursi canadiense: "esto, después de haber sido advertido A PUNTA DE PISTOLA A LA CABEZA POR UN EFECTIVO DE LA FAES (hoy día la DIE) --- una de las policías "especiales" de Maduro --- de que SI YO NO PARABA DE ESCRIBIR EN CONTRA DE MADURO Y SU GOBIERNO, ME IBAN A MATAR".

Qué valiente. Pero huyó al país de la libertad, de dónde están sacado a patadas a los migrantes que él con sus cursis artículos alentaba a que huyeran de Venezuela. Y eso fue después de haber estado escribiendo aquí en Aporrea durante más de 20 años, sí señor. Algo le ha estado molestando mucho a Maduro y a su gente para tener que recurrir a matarme o callarme.

Sigue diciendo el cursi: "Me demoré un año en PLANIFICAR MI ESCAPE POR LA VÍA TERRESTRE (34 HORAS EN AUTOBÚS)", ¿coño, y en ese trayecto nadie le tocó un pelo? Pero aquel pelmazo se cree un Rambo, un Hombre Araña y entonces desde "la costa venezolana donde vivía, viajando por el territorio venezolano INDOCUMENTADO (sin cédula vigente ni pasaporte), pasando enseguida CLANDESTINAMENTE a Colombia, donde me permitieron permanecer un tiempo ilegalmente para arreglar mis documentos antes de salir de Colombia y llegar a CANADÁ, donde me encuentro hoy".

Bueno Heck, ponte a luchar para defender tu tierra de ladrones, porque Trump ha dicho que la va a anexar a EE UU. Vamos a ver si tienes los cojoncitos de ponerte a hablar paja contra los gringos para que te manden para El Salvador.

Y agrega el cursi: "¡Gracias Colombia!, gracias Uribe, gracias Ivancito Duque, grancias narcotraficantes del mundo uníos".

Pero la cursilería es interminable: "Hoy estoy fuera de Venezuela, donde finalmente EMPECÉ A COMER BIEN como todos los seres humanos deberían comer, y AUMENTÉ 16 KILOS". Es decir, a meterle al whisky 18 años, al vino de sobremesa, a trinchar caviar, salmón fino y pata negra importado. Congratulaciones don cursi, porque aquí comías sólo la cagada de la yuca, de la arepa, del plátano y el cambur, y ahora te estás dando la gran vida, cursi, coño.

Y el tipazo añade: "Había vivido más de 10 años en Venezuela EN UNA SITUACIÓN DE DESNUTRICIÓN CRÓNICA BAJANDO DE PESO HASTA LLEGAR A SOLAMENTE 50 KILOS. Sí señor, solo 50 kilos. Hoy, cinco meses después de haberme escapado de Venezuela, peso 66 kilos".

Y repite, casi grita en escrito: "¡Gracias Colombia! "¡Gracias Canadá!", porque la tierra de Santander sí es una verdadera democracia, la tierra de los paramilitares y narcotráfico. Que te vaya bien con tu nuevo sainete caribeño!

Y por otro lado, el tipazo presume de que tiene plata, porque fue una huida TREMENDAMENTE COSTOSA: "Mi hijo pagó mi escape, el cual DEMORÓ 43 DÍAS Y COSTÓ UN POCO MÁS DE $5000. Yo no tenía suficiente dinero para hacer ese viaje, NO, NO, NO. ¿CÓMO?". La cosa comenzó a volverse un sainete rosa tirando a escape protagonizado por Papillón, y para además inspirar pena, quejumbres, como los culebrones que montaba Lilian Tintori diciendo que también en Venezuela se estaba muriendo de hambre, y decía que sobrevivir lo hacía de lo que le daban en los aeropuertos. Cursi, coño!

Pero el tipazo no comía pero guaradaba dinero. Tenía plata encaletada, ¡cómo! "El poco dinero que había guardado (A EXPENSAS DE MI SALUD", TACAÑO y miserable!, Heck" por supuesto.

La plata sin embargo le parecía poca para andar indocumentado en la DICTADURA DE MADURO. cursi, mil veces cursi, por mi ingreso regular en Venezuela, como el de millones de venezolanos y venezolanas, era de menos de $45 mensuales, lo cual no alcanzaba para nada. Por eso perdí tanto peso en Venezuela, lo cual (la desnutrición crónica) TAMBIÉN ME CAUSÓ 4 ATAQUES DE CORAZÓN entre el 2023 y 2024.

Caramba, Heck, imagínate don Cursi, los millones de ataques al corazón que por sufrimientos iguales a los tuyos están sufriendo millones de venezolanos en su país. Recontra-cursi!!!!!!!!

Y grita y vuelve a gritar: "Pero ... !sobreviví!Sí señor, ¡hah!"

Y el triste agentico de la CIA, suelta estos minúsculos datos: Mientras tanto, sepan que he conocido Venezuela desde hace 49 años. Llegué a Venezuela por primera vez en los años 1970 para trabajar como MISIONERO (¡ZAPE!, OYE Heck, aquí de obispos y curas estamos bien, ya se te ven todas tus costuras) en los barrios de Caracas y en las selvas de Barlovento. Viví en Venezuela durante (un total) de más de 23 años y conozco más del territorio venezolano que la mayoría de los venezolanos y las venezolanas que nacieron allí". Claro, siendo un agentico de la CIA, ¡por supuesto! "Viví en muchos lugares en Venezuela y trabajé nueve años como corresponsal internacional (en inglés para Vheadline.com)", y con esto lo dices todo, pasando información a granel contra nuestra patria. Que te vaya bien y que más nunca vuelvas. Nosotros aquí nos sentimos feliz con uno menos como tú.



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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

 [email protected]      @jsantroz

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