Una de las grandes luchas de la democracia moderna a nivel mundial, es como lograr la máxima efectividad en la administración de los recursos públicos de cada país. A lo largo de los siglos, se han ensayado diversas formas de intentar lograr estos anhelos de la sociedad, sin embargo, a pesar de crearse diversos modelos de gestión pública, en algunos casos prevalece la corrupción, la ineficacia y la lentitud en el cumplimiento de las metas propuestas, lo que ha dificultado el óptimo desempeño de la gestión pública.
Cuando en el país se realizó la creación de una nueva Constitución en el año 1999, los constituyentes plasmaron lo más novedoso de los sistemas de gestión pública y buscaron diluirlo como un eje transversal a lo largo de todo el articulado, y así, a lo largo de todas las leyes que se derivan de ella. Ese eje transversal es la participación ciudadana en el control de la gestión pública. Podría decirse que la gestión pública es la aplicación de principios y técnicas de gestión en el ámbito público para lograr resultados que beneficien a la sociedad en su conjunto. La participación ciudadana, presenta un robusto andamiaje legal que sustenta su concepción desde nuestra constitución, comenzando por el establecimiento de que la soberanía popular reside en el pueblo, y este poder del pueblo es intransferible a cualquier órgano de la democracia.
Por lo que nuestra Carta Magna establece que la soberanía reside en el pueblo, y más que solo ejercerla ocasionalmente cuando hay una elección, esa cualidad del pueblo es “intransferible”, esto es, que la puede ejercer para participar en la planificación, ejecución, supervisión y control de las políticas que le atañen directamente, y es allí donde la ley norma cómo debe darse esa participación, en cuáles condiciones y cómo se puede participar activamente en el ejercicio de esa soberanía, que es un derecho y a la vez un deber del pueblo venezolano.
Ahora, cuando se señala la efectividad de los Mecanismos de Participación Ciudadana, me refiero, a la capacidad de estos mecanismos para lograr sus objetivos y alcanzar los resultados deseados en la gestión pública y la toma de decisiones. En el contexto de la participación ciudadana, la efectividad se refiere a la capacidad de los mecanismos de participación para involucrar a los ciudadanos en el proceso de toma de decisiones e influir en las políticas públicas. La Constitución Nacional resalta la participación del ciudadano como un derecho que debe ser ejercido de manera eficaz y ordena al estado velar por su cumplimiento.
La intervención del ciudadano en la toma de decisiones públicas viene a fortalecer las políticas públicas nacionales y locales. Las políticas públicas son el conjunto de acciones desarrolladas por un Estado, a veces con la coparticipación de la sociedad civil, para resolver problemas o atender necesidades de una sociedad, a través de la provisión de servicios públicos. Un aspecto a ser tenido en cuenta es el planteamiento de ajustar estos mecanismos de participación a la idea del estado comunal, y de allí, la necesidad de la formación adecuada de los ciudadanos para poder hacer una contraloría eficiente de la gestión pública y a este aspecto yo le llamaría “la pertinencia ciudadana”, esto es, aplicar un control de gestión adecuado.
Esto tiene que ver con la adecuada formación y pericia que deben tener los miembros de la sociedad (consejo comunal, comuna) para poder conocer y comprender el área donde se está haciendo el control ciudadano. Por ejemplo, si se está realizando una auditoría ciudadana a la ejecución que se esta haciendo dentro de la comunidad, se necesita un mínimo conocimiento sobre administración o contaduría para poder entender a cabalidad los balances presentados y poder determinar si el presupuesto se esta aplicando correctamente. Sin esta pericia, no es posible aplicar un control eficaz en la gestión. Es por ello mi humilde llamado a tomar en cuenta este aspecto dentro de las características que deben tener los participantes en las comunas y consejos comunales, apoyándose en sus vecinos con la capacidad adecuada para lograr la efectiva aplicación de los mecanismos de control ciudadano sobre la gestión pública. La reforma busca fortalecer el poder del pueblo a través de la participación civil. Apoyemos toda iniciativa que empodere al pueblo venezolano.