Cuento o razón

¿Por qué la paciencia es amarga?

El periodista Juancho Marcano cenó y luego se fue al balcón y de ahí empezó a observar como la cobija negra no sólo cubrió el azul del firmamento sino también las estrellas. Las señales de lluvia que se habían asomado de día, se esfumaron en la oscurana de la noche. "¿Quién pudiera saber qué se le hizo a la lluvia para pedirle perdón y que regrese a esta tierra con su morral de alegría?" Se preguntó el reportero.

Una vez pensado esto, se recostó en la hamaca y quiso olvidar el reiterativo tema de la lluvia y pensar en otra cosa, como por ejemplo, en lo que había conversado con un amigo que casualmente consiguió cerca de la plaza del pueblo y hablaron de la escasa lectura que en la actualidad están haciendo no sólo los jóvenes, sino también los adultos y todo porque los periódicos y libros impresos se acabaron y solo queda un aparato llamado celular que por ahí se puede hacer muchas cosas y leer otros asuntos, pero casi nadie se lee un libro en dicho artefacto, pues las personas se conforman con estar viendo videos, mensajes y una que otra noticia o información.

Ante esta sequía de lectura, el periodista pensó que hay que volver a las escuelas e incentivar el hábito de leer para que los niños se vayan formando y vaya creando una capacidad crítica ante el futuro que se les viene encima con un montón de adelantos tecnológicos que pueden enseñar mucho, pero que no dan cabida prácticamente a la magia y sabiduría que tienen los libros que son los que formaron y prepararon y culturizaron e informaron a muchas generaciones pasadas y de ahí su éxito en sus respectivas profesiones.

"Pero ahora, meditó Juancho Marcano, qué podemos hacer, si los alumnos de primaria y secundaria, según estudios, tienen muchas fallas en el dominio verbal y esto es bien grave".

Juancho Marcano escuchó el ladrido de un perro que lo sacó de sus pensamientos y lo que hizo fue prender el celular y ahí, en un grupo de washap, alguien colocó la frase de Marco Tulio Cicerón: "La paciencia es amarga, pero su fruto es dulce". "Es verdad", dijo el periodista y se dedicó a releer el libro: Cronicario del homicidio margariteño, de Nicanor Navarro.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 656 veces.



Emigdio Malaver

Margariteño. Economista y Comunicación Social. Ha colaborado con diferentes publicaciones venezolanas.

 [email protected]      @Malavermillo

Visite el perfil de Emigdio Malaver para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:



OSZAR »