"Nada hay más espantoso que una ignorancia activa"
Goethe
En su imparable e incansable peregrinar en busca de cualquier rendija, por donde meter sus malvadas propósitos, la frustrada María Corina, recurre a las más mínimas artimañas para que la oigan. Su último recurso, no engaña a nadie, aunque puede asustar a cualquier desprevenido si se la consigue en el camino con las mismas actitudes de esos personajes, el cual forman parte del rico folklore venezolano, ya que, aparte de una peligrosa pitiyanqui, ahora está pasando por un estado anímico dándole la razón a los que la tildan, con ese calificativo de Sayona, porque la lloradera está llegando a la Casa Blanca y allá, no están en condiciones de atender problemas mentales, ya que, el encargado de la llave, desde el mismo momento de recibirla ha dado muestras de cargar la brújula dislocada.
Los últimos mensajes de la desesperada opositora, andan rodando en las redes y apenas la identifican, rápidamente expresan de manera sarcástica ¿Qué le estará pasando? ¿Qué bicho la picaría? Y no es para menos, porque son gritos propios de una persona perdida en su imaginación, al extremo de no entender, cuando se hace el papel de ridículo, pero el que está acostumbrado a esos momentos de exaltación, termina haciendo verdaderas infantilidades, que solamente producen gracia en los primeros años de vida.
La desesperación de este personaje por demás folklórico es total y ni siquiera en el llano se consiguen. Nada la tranquiliza en su encierro programado, pero tampoco se conmueve frente a la inhumana manera de tratar a los migrantes por parte de su guía político –Donald Trump – aún, cuando el parecido en lo espiritual es asombroso y parecen haber sido engendrados el mismo día; uno de esos, cuando la esplendorosa luna en su aparición anuncia serios desequilibrios mentales en algunos humanos, según viejas creencias. Nadie puede entender o creer, que un ser humano se mantenga en silencio, antes la barbarie en Gaza y la persecución a los migrantes, pero en contraposición trata de atormentar a todo el mundo llamando a no votar, como su último recurso.
Ahora, no queda la menor duda , que la inhabilitada está agotando sus últimos cartuchos, ya que, está más sola, que los mismos personajes folklóricos de nuestro llano –La Sayona, El Silbón y El Hachador Perdido – el cual, aparecían tan perdidos en algún paraje del camino, cargados de la maldad, y todo el que escuchaba los relatos se quedaba incrédulo totalmente sorprendido, esperando nuevamente algún otro cuento para tratar de comprobar las ocurrencias en el llano, que se iban extendiendo en la inmensidad, porque las creencias costumbristas son capaces de crear y creer en cualquier cuento sacado de la nada, pero más creíbles a los inventos de Hollywood.
Por suerte, la descalificada, ya no asusta ni disfrazada de mapanare diseñada en los estudios de Hollywood, donde una simple hormiga la convierten en una descomunal fiera salvaje capaz de acabar con ciudades enteras. Sin embargo, no podemos quedarnos estáticos antes sus gritos de sirena alocada, porque cualquier silbido sirven para mantener al pueblo en alerta, ya que, sus antecedentes, que vienen desde el 2002, cuando estuvo presente en cuerpo desalmada en el golpe de estado y desde entonces, cuando se ve en el espejo, la amargura acelera su descontrol, porque se le aleja la oportunidad de llegar a Miraflores, ya que, los años no perdonan y la conciencia del pueblo es un juez implacable y por eso cada momento aparece, como alma en pena.