Son muchos los que dicen que Estados Unidos, gran potencia hegemónica imperial, se encuentra atravesando una profunda crisis la cual tiene diversas manifestaciones. Una de ellas es la cada vez más cínica política externa e interna, ejecutando por un gran cínico como es Donald Trump. Esta política de los Estados Unidos se sostiene en el gran temor a la muerte que tiene la clase burguesa de ese país y el temor a la derrota, que para ellos es pero que la muerte, por una potencia insurgente, que puede ser Rusia o China.
Esta política Norteamericana se refleja en la declaración no escrita que "si Estados Unidos no esclaviza, no mata, no degenera, entonces no sobrevivirá", que si bien es bastante fuerte proyecta su visión de la política como un campo competitivo y despiadado, donde la supervivencia gracias al engaño, la violencia o la corrupción es una forma brutal e imprescindible de dominar.
Se refleja con esta declaración la práctica de un Realismo Político Extremo y profundo que se basa exclusivamente en los intereses de un pequeño sector de la sociedad de los Estados Unidos, que es su clase empresarial y política dominante.
Esta política, que siempre ha estado soterrada, al ser externalizada de una forma tan insolente manifiesta una ruptura fundamental del consenso moral, la unidad ética de la que siempre hablan, pero su dominio de los medios de comunicación impide que sean visualizados como son realmente.
Un país que necesita recurrir al engaño, el asesinato y la degeneración para dominar, está demostrando una regresión de los ideales de sus también siempre mencionados padres fundadores, alejándose no solo de los principios sino de la comprensión científica y racional que debe caracterizar la política moderna.
Se ve claramente que esta política cruel y descarnada contra todos, es una señal de que la sociedad imperialista ha alcanzado altos niveles de riqueza material pero no logra avanzar en concepciones políticas, supuestamente democráticas, sino que la política es solo una lucha por el poder, donde los principios éticos e inclusive humanos son secundarios o irrelevantes. La moralidad es un lujo que los "supervivientes" no pueden permitirse.
La necesidad de un Estado con tanto poder y de su clase dominante de recurrir a métodos de exterminio, es simplemente la clara señal de la intensificación de las contradicciones y de la lucha de clases tanto a lo interno de los paises como entre ellos.
Estas acciones barbaras, comparables a la de los peores estadios de la humanidad, son el resultado de que la explotación inherente al sistema capitalista ya no es suficiente para mantener los niveles de acumulación y riqueza que le son necesarios, por lo que la clase dominante recurre a la violencia, al asesinato puro y simple como hacen judíos y españoles, al engaño, porque su posición privilegiada la ven amenazada por las crecientes demandas o la conciencia de la clase oprimida que simplemente quiere la materialización de las promesas de igualdad, ciudadanía, bienestar capitalista y democracia que prometen.
Pero el Estado Capitalista ha ido adquiriendo nuevas formas de degeneración en su lucha por mantener su poder y proteger los intereses económicos de los Estados Unidos y de otros países imperialistas.
Cuando un país como Estados Unidos, necesita engañar y asesinar, se demostraría la degeneración de la superestructura política capitalista al servicio de una base económica injusta y explotadora de los pobres. Sería una prueba de que el sistema ya no puede sostenerse por medios "legítimos" o hegemónicos, y debe recurrir a la fuerza bruta y la manipulación para sobrevivir.
Lamentablemente no veo la "antítesis" del sistema. Chávez que era una promesa para la liberación de los pueblos del mundo hace ya tiempo que fue asesinado, si bien su mensaje sigue vive y recorriendo muchos caminos en el mundo, se necesitan nuevas fuentes revolucionarias.
Estas acciones feroces y desalmadas del capitalismo no asegura su dominación a largo plazo ya que está sembrando, las semillas de la propia destrucción de ese sistema, al destruir la convivencia social.
La represión extrema, el engaño y la violencia solo agudizarían las contradicciones de clase, radicalizarían a los oprimidos y acelerarían el proceso revolucionario que conduciría al colapso de la clase dominante y al surgimiento de una nueva sociedad.
23 de mayo de 2025