Con mucho entusiasmo leímos la información, que parece que es conocida hace tiempo, sobre la presencia de elementos radiactivos en el petróleo de la Faja del Orinoco, lo cual en un primer momento me hizo pensar, que la naturaleza nos incrementa las amenazas externas y también que, bueno tendrán que pagárnoslo aparte, pero luego me fui al que todo lo sabe, para aclararme la información.
Lo primero es que no existe un sistema comercial específicamente diseñado para extraer uranio del petróleo de forma masiva, presentándose el inconveniente que la presencia de uranio en el petróleo es muy baja generalmente en partes por billón, y la extracción de este elemento de una matriz tan diluida no es económicamente viable a gran escala.
Es de mencionar las investigaciones de la USB (Universidad Simón Bolívar) sobre la presencia de uranio en la Faja del Orinoco que han permitido detectar la presencia de anomalías radiactivas y concentraciones de elementos como el uranio y el torio en sedimentos del subsuelo de la Faja Petrolífera del Orinoco (FPO), con lo cual tendríamos una presencia confirmada de minerales radiactivos como la monacita, que contiene torio y uranio, en las arenas del Cretácico en el subsuelo de la FPO. También se ha localizado concentraciones de torio y, en menor medida, uranio en ciertos intervalos de profundidad dentro de la Faja.
En cuanto a su potencial como producto, se ha mencionado la posibilidad de que, en el futuro, con el desarrollo de tecnologías adecuadas, el uranio podría considerarse como un producto potencial.
La investigación de la USB y otras instituciones es fundamental para comprender mejor la composición geológica de la Faja y el potencial de sus diversos recursos, más allá del petróleo.
En mi modesta opinión creo que el uranio tendría que multiplicar por 3 o por 4 su precio, para pensar en la explotación comercial de este recurso.
Y es que incluso si se confirmara la viabilidad económica de explotar el uranio en la Faja del Orinoco, tomaría un tiempo considerable antes de que pudiera ser una realidad. En la actualidad, no es una posibilidad inmediata.
La explotación comercial, y las peleas con el mudo imperialista que trataran de quitarnos la cucharada de sopa de la boca, deben cumplir varias etapas, ya que las cosas no son como hablan algunos de "comételo bicho".
Estas etapas incluyen la Fase de exploración y evaluación, Desarrollo de tecnología especifica de extracción, los Estudios de viabilidad económica, para determinar la rentabilidad, diseño y construcción de Infraestructura, todo esto en un marco legal revolucionario y las consideraciones ambientales correspondientes y con amplia participación investigativa nacional.
Y por supuesto es necesaria una Inversión para ejecutar todo esto.
Considerando todos estos factores, incluso en el escenario más optimista donde se confirme la viabilidad económica del uranio en la Faja, pasarían varios años, probablemente una década, antes de que pudiera haber una producción comercial significativa.
Por lo tanto, aunque la presencia de uranio en la Faja sea un hallazgo importante para el país y nuestra autoestima nacional por su potencial a futuro y los investigadores de la USB merecen un reconocimiento, no representa una posibilidad inmediata a la cual recurrir con facilidad.
Cuidar nuestros escasos ingresos, impulsar políticas monetarias para el desarrollo endógeno, investigar, investigar, investigar, reforzar las ideas de Chaves y el socialismo, siguen siendo instrumentos de bienestar económico que podemos potenciar ahora.
