No existe mucha claridad en la gente en general sobre este concepto de democracia directa. Sin embargo, es un concepto claramente definido y delimitado, que está muy diáfano en los movimientos que luchan por la democracia.
Existen varios tipos de "democracia", que se diferencian según el grado de participación ciudadana en la toma de decisiones. Los principales son:
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La "democracia" más conocida es la occidental, burguesa, representativa. Los ciudadanos eligen representantes que toman decisiones en su nombre, como ocurre en la mayoría de los países occidentales.
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La democracia directa es aquélla en la que los ciudadanos participan directamente en la toma de decisiones sin intermediarios, a través de referendos, plebiscitos o asambleas populares.
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Hay una llamada democracia semidirecta, una combinación de democracia directa y representativa, en la que los ciudadanos pueden influir en decisiones mediante mecanismos como el referendo o la iniciativa popular.
Por supuesto hay muchas variantes: democracia participativa, protagónica, etc.
La democracia directa es el modelo más puro de participación ciudadana, pero se dice que suele ser difícil de implementar en sociedades grandes y complejas.
Democracia representativa
Para mí la "democracia" es un concepto engañoso. La democracia, como es conocida en "occidente" es un sistema político (y sólo político) que se puede montar encima de cualquier sistema socioeconómico.
En el capitalismo, democracia es la libertad de elegir a quienes gobernarán en tu nombre, pero sin tocar para nada lo económico y sin poder decidir realmente quienes te representan. Es la llamada democracia "burguesa". Tengo la libertad de elegir a mi verdugo. Las élites huyen a los conceptos de "democracia participativa" y más aún al de democracia "directa" o "protagónica".
Sin embargo, los ideólogos del "libre mercado" nos plantean un concepto aparentemente amplio, pero con elementos separados, disgregados (muy típico de la "modernidad"):
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Separación de poderes: al menos tres: Legislativo, Ejecutivo y Judicial, con funciones separadas, contraloras unas de otras (Modelo Montesquieu, de la modernidad). Nos dicen que eso es muy bueno. Meszaros nos habla más bien de "unificación de la reproducción material y la esfera política". ES interesante estudiar el "Desafío y carga del Tiempo Histórico", excelente obra suya. Allí nos plantea siete condiciones necesarias para el socialismo; además de la indicada, estarían la participación, igualdad sustantiva (no sólo legal y formal), planificación genuina (participativa, global y racional), crecimiento cualitativo (más allá de lo cuantitativo) y educación, por supuesto.
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Democracia política: fragmentada, principalmente el voto, con los aditamentos de los últimos siglos: más allá de la representatividad, algunos se atreven a proponer la participación directa. Pero esta última no los gusta mucho a esas élites.
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Democracia económica: pero sólo la libertad de propiedad, libertad de ejercicio de cualquier actividad económica legítima. Esto les encanta, y lo dejan hasta ahí.
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Libertades civiles y derechos humanos, que se han ido mejorando, eso sí.
Considero que, a pesar de todo lo que se ha avanzado en la historia en la liberación del ser humano, con el mejoramiento continuo de este sistema sociocultural, el concepto de "democracia" que normalmente manejamos se mantiene ligado férreamente al capital y fomenta el individualismo, el materialismo. Es lo que podemos llamar "Democracia Burguesa". Está entrampado dentro de sí mismo, atado a un esquema civilizatorio que es necesario superar. Y ningún sistema encuentra la solución a sus problemas dentro de sí mismo.
De hecho, hasta el término, "democracia", proviene del peyorativo aristotélico (gobierno de la "chusma"), que sería una forma corrupta o degenerada del ideal, que él concibe como "politeía"; y el término "República" tampoco tiene muy buena perspectiva.
Las llamadas elecciones burguesas, como las de Estados Unidos, o la de Venezuela, por ejemplo, se caracterizan por la decisión individual de cada ciudadana o ciudadano, típico de la modernidad, madre del capitalismo. Cada quien selecciona el candidato de su preferencia en un cubículo cerrado, candidato que es producto de un proceso de venta, no muy diferente al de cualquier producto comercial. Se vende su imagen más que su programa, y para ello se usa expertos en ventas con amplios conocimientos de psicología y manipulación. El ciudadano tiene muy poca participación en escoger quienes son los candidatos, eso lo hacen las élites. No todo el mundo puede ser candidato, se requieren inmensas cantidades de recursos económicos y acceso al poder para poder ser candidato.
Bajo la lógica burguesa, las elecciones individuales, secretas, se venden como muy democráticas. Pero no lo son. Se nos dice que el secretismo protege al ciudadano de las presiones de las élites. Pero es lo contrario, las élites presionan a una mayoría difusa más fácilmente uno a uno, en el voto secreto. En la elección burguesa se trata de vender un producto, en este caso el candidato, y cada quien, en forma individualista, escoge el que cree que más le conviene.
La población es dividida en partidos y dentro de los partidos en tendencias. Tras un proceso electoral, quedan muchas heridas y fisuras que deben ser recompuestas en el período post electoral. Y como estos procesos se repiten cada pocos años, el trauma es continuo.
El resultado: se elige al candidato que mejor se vende, no necesariamente el más capacitado, ni el que más se alinea con la visión de sociedad de los "electores". Y la sociedad permanece fragmentada.
Definitivamente, a mi modo de ver y de muchos, ese modo de selección es obsoleto. Por eso digo que no me gusta la democracia.
Si la "democracia" continúa entrampada en el modelo occidental, por más que se la norme, que se legisle para limitarla, para "democratizarla", para disminuir la influencia de los lobbies, si no se introducen elementos de participación real de la ciudadanía, continuaremos en la crisis política en que está sumido occidente.
La democracia directa
La democracia directa pura es un sistema político en el que los ciudadanos participan activamente en la toma de decisiones sin intermediarios ni representantes. A diferencia de la democracia representativa, donde los ciudadanos eligen a líderes para gobernar en su nombre, en la democracia directa las decisiones se toman mediante mecanismos como referéndums, plebiscitos y asambleas populares.
Las características principales son:
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Participación ciudadana directa: Los ciudadanos votan directamente sobre leyes, proyectos y políticas.
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Transparencia: Al eliminar intermediarios, las decisiones reflejan directamente la voluntad popular.
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Legitimidad: Las políticas tienen mayor aceptación porque son decididas por la población.
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Responsabilidad ciudadana: Requiere que los ciudadanos estén informados y participen activamente.
Algunos ejemplos históricos son la antigua Grecia (en parte) y Suiza (pues usa referéndums y consultas populares para decidir sobre leyes y reformas).
Cierto que a medida que una sociedad tiene más personas, este tipo de democracia directa pura se hace más difícil, aunque la tecnología apunta cada día más a hacer este aspecto menos problemático. Los ejemplos históricos no serán más que la sombra de lo que puede llegar a ser la democracia directa.
Cierto que algunos sistemas de voto y participación electrónicos que se han probado en el pasado han sido incapaces de resistir ataques de hackers y de tener fallos a la hora de hacer el recuento con total precisión.
Sin embargo, la Cadena de Bloques puede solucionar esto, ya que permitiría un sistema de voto en el que las identidades de los votantes estuviesen protegidas, infalsificable (un hacker necesitaría más poder computacional que los 500 superordenadores más potentes combinados, 256 veces) a un costo prácticamente nulo y de acceso público.
Este sistema podría acabar con la sombra del fraude que sobrevuela en toda elección, especialmente en países en los que la corrupción está a la orden del día.
Además, en general, la Cadena de Bloques tiene amplia posibilidad de uso para un gobierno eficiente. Con esta tecnología, cualquier alcaldía, distrito electoral, o gobierno podría reflejar el estado de sus cuentas en tiempo real. Todos podríamos ver el estado de las cuentas, lo que entra y lo que sale: hasta el último céntimo, en tiempo real y con un costo cero.
Recordemos que la cadena de Bloques es una cadena, con lo que no puede meterse algo en ella a posteriori para intentar falsear las cuentas del pasado.
La Inteligencia Artificial, bien usada, puede ser un gran aliado de la democracia directa.
Con seguridad, aparecerán nuevas tecnologías aún más confiables y fáciles de implementar.
Sin embargo, aunque la tecnología ayuda, el asunto de la democracia directa no es tecnológico, es sociocultural, es una forma de participación que forma parte de un cambio de esquema civilizatorio. ¿De qué sirve una tecnología fabulosa si la controlan las élites, si el sistema socioeconómico está fragmentado del político?
Se trata de un cambio integral de sistema.
Democracia semidirecta: incluye y trasciende a la democracia representativa
Cuando hablamos de "maximizar el uso de la democracia directa a través de todos los medios disponibles, aprovechando al máximo las tecnologías existentes", estamos hablando de una transición.
Pasar en este momento a una democracia directa pura sería imposible, no sólo desde el punto de vista tecnológico, sino sobre todo desde el punto de vista cultural, social y de las relaciones de poder.
Por eso es razonable apuntar a una transición en la que tengamos:
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Funcionarios "representantes" electos, o, mejor aún, seleccionados al azar; en todo caso, fuera del esquema burgués señalado arriba.
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Referendos revocatorias (por ejemplo a mitad de período).
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Obligatoriedad de consulta a la ciudadanía de las decisiones más importantes (referendos, consultas, encuestas…). Hoy en día ya es posible implementar una App para ello, accesible desde un teléfono móvil celular. Esto es fácilmente legislable, determinando los niveles de decisión que requieren la consulta.
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"Iniciativa ciudadana", es decir, posibilidad de que la ciudadanía presente propuestas de leyes, programas, etc.
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Regionalización: Distritos Electorales, o Comunas, como unidades electorales, socioculturales y económicas.
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Integrabilidad de las decisiones: salir de la prisión de la democracia burguesa que sólo permite elegir en el ámbito político. Recordemos a Meszaros. El ciudadano tiene poder para decidir en forma integral: político, cultural, social, productivo, etc. Por ejemplo, no sólo tenemos el derecho a decidir sobre nuestras escuelas, centros de salud, etc., sino también sobre nuestros centros productivos, sean públicos, sociales o privados.
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Legislación democratizadora que garantice que los métodos de selección estén protegidos de la influencia de las élites de poder. Prohibición de los lobbies. Diferenciación clara de la persona jurídica de la persona natural. Igualdad de oportunidades a todos los elegibles.
El primer punto, cómo seleccionar a los funcionarios es vital. Me pronuncio más por la selección al azar, sobre todo para los cargos colectivos. Cada tipo de cargo tiene unos requisitos de conocimiento, experiencia, destrezas, habilidades. Las personas que se consideren aptas para determinado cargo se postulan, y el ente electoral verifica que cumplan con los requisitos y establece la base de datos de elegibles, y pasa a la selección al azar. Al igual que en los sistemas de elecciones, habría auditorías a satisfacción de los grupos políticos y ciudadanos (por ejemplo, el sistema venezolano cuenta con 14 auditorías, previas, durante y posterior al proceso, bajo el escrutinio de todos los partidos y movimientos políticos y ciudadanos que participan en el proceso).
En los casos que se rijan por elecciones, es necesario deslastrar el proceso del carácter capitalista, que deje de ser una "venta de un producto" en el que los factores económicos y las élites deciden y el ciudadano sólo valida lo ya decidido. Los "Lobbies" son una aberración.
Los demás factores (referendos, consultas, iniciativa, regionalización, integrabilidad, legislación democratizadora) son fundamentales. La tecnología ya está allí. Imaginemos un sistema de consultas, referendos, etc., basado en la tecnología. ¿Quién no tiene un celular inteligente hoy en día? ¿Quién no sabe operar un ATM (Cajero Electrónico)? ¿Quién no maneja encuestas por WhatsApp, Telegram, Zoom, Google Forms?
Sería una Eutocracia ("eutheía" = directo/inmediato; "kratos" = poder/gobierno). La palabra democracia está muy gastada y tergiversada.
Pareciera que mientras la tecnología evoluciona más y más, esta Eutocracia se acerca a la "anarquía" perfecta, siempre y cuando el control de esa tecnología esté en manos de la ciudadanía y no de las élites.
Esta Eutocracia puede implantarse progresivamente a nivel local, nacional y mundial.
La dificultad no es tecnológica, es de relaciones de poder, cultural y social. De relaciones de poder, porque las élites se resistirán con mucha fuerza. Cultural, porque el mismo pueblo tendrá reacción al cambio. Social, porque no existe la institucionalidad de gobernabilidad mundial que haga esto operativo.
El cambio no es tecnológico, aunque la tecnología ayuda. La transformación, y transubstanciación, es holística. Es individual (consciencia), es colectiva social (leyes y estructuras, tecnología), es cultural (visión de mundo).
Creemos que la sociedad humana avanza hacia un mayor grado de conciencia, planetaria, holística, integral.
La Constitución Mundial, una vez ratificada, tendrá la fuerza para comenzar a implementar la democracia directa.